Me imagino que puedes tener fuertes motivaciones para mejorar la comunicación con esa persona que es tan importante para ti.
No es fácil, lo sé.
No entiendes por qué se enojó con eso que dijiste, si tenías una buena intención…
A veces te duele cómo actúa, hasta podía parecer que no le importan tus necesidades…
Y a veces tú te activas, y dices cosas de las que luego te arrepientes…
Tal vez le has pedido que cambie algún comportamiento, y te dice que lo hará, pero todo sigue igual…
Y aquel temita que lleva años sin resolverse. ¡Auch! Cada vez que lo han intentado hablar se han acabado peleando. Ya no sabes si volver a tocar el tema…
Pero la verdad es que esa persona te importa, y si hubiera una manera de mejorar a fondo la comunicación, de llegar a una verdadera y mutua comprensión, eso te haría MUUUCHO BIEN..
El enfoque de la Comunicación No Violenta, desarrollado por Marshall Rosenberg, parte del principio de que un lenguaje de juicios morales, etiquetas, comparaciones, exigencias y generalizaciones genera desconexión, mientras que un lenguaje de observaciones objetivas, sentimientos, necesidades, valores, peticiones claras y escucha empática propicia la conexión y el deseo de natural colaborar.
A lo largo del taller realizaremos variadas actividades dinámicas, en un ambiente grupal de apoyo y de escucha. Practicaremos diálogos basados en situaciones de la vida real de los participantes. Te recomiendo participar en el taller durante por lo menos 6 meses.
Se trata de cambiar hábitos de comunicación que solemos tener muy arraigados. Más aun, cuando nos relacionamos con una persona que es cercana a nosotros, suele ser especialmente difícil no engancharnos. Por eso, para lograr comunicarte de una manera más constructiva, necesitarás contar con el apoyo de compañeros que te brinden su escucha empática, así como practicar, practicar y practicar.
Verás que sí cambia la disposición de aquella persona (tan importante para ti) cuando te acerques con una energía distinta, y cuando logres escucharla con empatía y expresarle tus necesidades sin juzgarla. ¡Es impresionante el poder que tiene la empatía!
Clase introductoria para principiantes:
Si nunca has tomado un taller de Comunicación No Violenta, antes de unirte al taller largo te pediré que participes en una de las 2 clases introductorias gratis, de 2 horas de duración, o que veas el video de una de ellas, para que te puedas integrar al taller con conocimiento de los conceptos básicos de la CNV.
1. La herramienta de la auto-empatía (auto-conexión).
2. Habilidades de escucha empática.
3. Decir “no” a la petición de alguien/ recibir el “no” de otra persona.
4. Naturalizando el lenguaje de la CNV (para que no suene como fórmula).
5. Cómo transformar la ira.
6. Comunicación en el trabajo, y otros ambientes no íntimos.
7. Sanar heridas del pasado (que estén afectando tus relaciones en el presente).
8. Resolver un conflicto contigo mismo.
9. Expresar y recibir el agradecimiento.
10. El duelo, y habitar la belleza de las necesidades.
11. Tema abierto (lo que necesite el grupo).
12. Peticiones de conexión (para evitar malentendidos y averiguar cómo fue recibido tu mensaje).
13. Comunicación sobre temas de dinero.
14. Para animarte a decir algo difícil.
15. Transformando los juicios a ti mismo (culpa, vergüenza y depresión).
16. El arte del diálogo.
17. Cómo hacer peticiones (y abordar tus resistencias a pedir).
18. Cómo recibir un mensaje difícil de oír.
19. Comunicación con niños y adolescentes.
20. Uso protector de la fuerza/ Celebración de las necesidades satisfechas.
21. Sanar la relación: si hiciste algo que le dolió a alguien, o alguien hizo algo que te dolió a ti.
22. Tema abierto (lo que necesite el grupo).
Desde pequeño estudié cello y me encantó. A los dieciocho años viajé a cursar la licenciatura en el London College of Music, y me titulé, pero el perfeccionismo de los maestros y mis tensiones musculares redujeron mi placer por tocar, si ves mis fotos de aquella época verás un joven tímido y encorvado. Lo que más le agradezco a esa escuela que ahí conocí la Técnica Alexander.
A los 21 años comencé la formación para certificarme como profesor de Técnica Alexander. Fue en esa formación, en el Constructive Teaching Centre, Londres, donde sucedió mi gran transformación, como cuando una oruga se convierte en mariposa. En esos tiempos también tuve la gran suerte de tomar clases de cello con Vivien Mackie, exalumna de Pablo Casals y maestra de Técnica Alexander.
Ahora soy miembro de la Society of Teachers of the Alexander Technique y llevo 15 años compartiendo la Técnica Alexander.