Sigue tus impulsos y déjate sentir lo que verdaderamente sientes en conexión con tu corazón y tu naturaleza de niño (espontánea y sin juicios).
En algunos ejercicios que pido a mis alumnos, noto que tienen miedo de expresar sus sentimientos verdaderos por miedo al qué dirán, al ridículo, al error, y a las emociones (por no saber manejarlas)… este miedo inhibe los impulsos y las acciones para moverse, hablar, reír y realizar acciones desde la espontaneidad, porque está basado en el «debería»: «debería comportarme así o asado», en vez de simplemente comportarme como realmente soy y disfrutarlo.
Entonces veo en su expresión corporal que tienen impulsos y que los inhiben. Veo claramente a su mente decirles «No hagas eso, no digas eso, mejor así…».
Una palabra, un sonido, una acción puede despertar cierta emoción en nuestro cuerpo si la recibimos, PERO la mente tiene miedo de sentirla por lo mismo, entonces mis alumnos no llegan a sentir la emoción, y realizan la acción desde el «debería» y veo a su mente decir «debería hacerlo así, o así se debería escuchar», en vez de dejarse tocar por las palabras o la acción…
En clase acomodamos todo esto. Le permitimos al cuerpo sentirse LIBRE de expresar estos impulsos que vienen de la creatividad, del empoderamiento, de la conexión con uno mismo, de la conexión con el tema…