Por Madeleine Sierra

Cuando vas a presentarte en público, o frente a la cámara de video, conectar con el sentido, el significado, que tiene para ti la presentación ayudará a que conectes también con la alegría de presentarte. Dicha conexión ayudará a transformar la ansiedad en alegría; todo tu cuerpo se inundará de propósito. 

¿Cómo conectar con el sentido de tu presentación?

Recuerda que presentarte es dar un regalo a quien viene a verte. La gente que viene es gente común y corriente. No son los jurados, ni tus maestros, ni tus compañeros de clase. Recordar esto les ha ayudado a liberar el estrés a un gran número de oradores y artistas escénicos. 

Al final de uno de nuestros talleres de presencia escénica, una alumna nos dijo que en el taller encontró la conexión que hay entre la espiritualidad que le enseñaron en casa y la música: “¡Ya la encontré: es el dar!”. Y es que contribuir a enriquecer la vida de otras personas es una de las experiencias más satisfactorias para el ser humano.

Se trata de confiar en que lo que vas a compartir enriquecerá la vida de otros seres humanos: de confiar en que los vas a inspirar, en que vas a elevar su energía y su conocimiento. Incluso equivocarte puede ser una oportunidad para contribuir, ya que si respondes a la equivocación con autoaceptación el público se enriquecerá al ver tu manera de manejar el error.

Conecta con la intención que tiene para ti esta presentación, con la energía que te impulsa a compartir el tema, o el mensaje, o cada melodía que vas a presentar. (Aun si, por ejemplo, formas parte de una gran orquesta y tú eres el único que está conectando con la intención, esto se contagia…)