El error es la posibilidad de poner en práctica nuestra creatividad. Cada vez que surge un error, se hacen “tablas”, es decir, se agranda la habilidad para responder y dar soluciones creativas.
Por lo tanto el error, tanto propio como el de otros, es un regalo. Es material precioso para nosotros y nuestro crecimiento. El error es parte del aprendizaje, como cuando los niños están explorando.