“La tensión es quien crees que debes ser, la relajación es quien eres.”
Proverbio chino.
Cuando acepto mis errores estoy relajado y por lo tanto me equivoco menos. Cuando dejo que otros vean mis defectos y mis errores es común que ellos también se relajen: es como si al ser yo mismo les estuviera dando permiso de ser también ellos mismos.
Sin embargo no siempre es fácil aceptar nuestros errores. Esto tal vez se deba a que en el pasado tuvimos experiencias en las que fuimos juzgados. Quien nos juzgó lo que en realidad estaba expresando, a su manera, eran sus propias necesidades, pero aún así no siempre es fácil quitarnos del subconsciente el miedo al rechazo, ya que la aceptación es una necesidad importante: cuando vivíamos en la naturaleza no ser aceptados en el grupo ponía en riesgo nuestra supervivencia. Reconocer que la aceptación es una necesidad importante puede ser un primer paso para llegar a cubrirla en algún momento.
(En el taller Disfruta de ser quien eres, Libera tu clown, el encanto de tus errores será tan aplaudido, y tú aplaudirás tanto el encanto que verás en los errores de tus compañeros, que será terapéutico, saldrás aceptándote a ti mismo.)