Por Madeleine Sierra

Cuando un niño juega a las traes o a las sillas musicales le brillan los ojos, y libremente expresa sus emociones en estado de juego: el ansia de querer ganar, la frustración de perder, la felicidad de ser el primero. Cuando estamos jugando incluso en la frustración puede haber placer y diversión. Un clown muestra su vulnerabilidad en estado de juego.

Cuando estés en una situación incómoda imagínate que te ves desde afuera. Con eso te darás cuenta de que estás en «el hoyo” y que te ves encantadoramente ridículo. Ya mejor relájate, ríete de ti mismo y comparte con los demás tus sentimientos en estado de juego.