Mi mamá es inglesa, y yo de joven viví ocho años en Inglaterra. Por influencia inglesa aprendí a contener mis sentimientos: a no dejar que se me notara mucho si estaba entusiasmado, enojado, preocupado o conmovido (a diferencia de mi mujer Madeleine, quien, siendo clown y actriz, es muy expresiva). A lo largo de varios años he ido trabajando eso: poco a poco expresando cada vez más mis sentimientos. Primero comencé a trabajarlo tomando talleres de clown, y más adelante a través de la Comunicación No Violenta. Hasta la fecha sigo abriéndome.
Es común que nos sintamos desprotegidos cuando decimos cómo nos sentimos, y también es común que los demás se sientan más conectados con nosotros cuando lo hacemos. Tampoco se trata de expresar todos tus sentimientos en todas partes, puedes hacerle caso a tu intuición cuando te dice que este no es el lugar indicado para expresar este sentimiento específico, pero también puedes irte animando a ser un poquito más vulnerable, a ver qué pasa…
(¿Te gustaría que todos tus sentimientos fueran bienvenidos y agradecidos en un ambiente de de juego y de aceptación incondicional? Ven al taller Disfruta de ser quién eres, Libera tu clown.)