5 principios y medio para fluir y ser tú mismo

Por Madeleine Sierra y Rodrigo Suárez

Tal vez eres (por ejemplo) una cantante que canta hermoso en la regadera, pero a la que al estar frente al público se le quiebra la voz (“¡Qué coraje! ¡Si me hubieran oído en la ducha!”). O tal vez no, nada que ver: ni cantas ni pisas un escenario, pero cuando estás con personas con las que no te sientes en muy confianza no te sientes libre para ser totalmente tú.

¿Cómo se siente tu cuerpo cuando tienes miedo a ser juzgado? ¿Algo se siente atrapado? ¿Quizás un poquito atrapado o quizás mucho? (A todos nos pasa). Te encantaría pasarla bomba al relacionarte con otras personas, o al estar frente al público. Te encantaría pasarla tan bien como aquella vez, cuando cuando eras joven, que jugaste caballadas en la alberca, o cuando bailaste en esa fiesta con amigos muy queridos…

Cuando eras niño hubo quien se burló de ti, quien te regañó, quien te juzgó. Te quedó la impresión de que no está bien sentir todo lo que sientes, dejarte llevar por tus impulsos, brillar, reírte, regarla, echarlo todo a perder. ¿Qué tal se sentiría saber que los demás aman cada una de tus torpezas? ¿Qué tal se sentiría saber que quieren cada célula de quien eres?

Te compartimos nuestros 5 ½ principios clown para fluir y ser tú mismo (ya sea en la vida o en el escenario):

Principio 1: Forzar crea resistencia

Si te da mucha timidez hacer algo, o si tienes una fuerte resistencia a estar en cierta situación social o a presentarte frente al púbico, no te tortures: date cuenta de que tienes la opción de no ponerte en esa situación si no quieres (de esta manera hay más probabilidades de que tu timidez o tu miedo se vayan reduciendo gradualmente).

Principio 2: Tus pensamientos y sentimientos tienen algo valioso que decirte

Cuando un pensamiento tuyo o un sentimiento te está bloqueando, si tratas de acallarlo este persistirá, mejor escúchalo a fondo y juega con él para permitir que se transforme.

Por ejemplo, si te estás juzgando a ti mismo, date cuenta de ello y dale permiso al juicio de estar ahí: “Ah sí, me estoy juzgando, perfectísimo”. (Y si quieres saber cómo transformar ese tipo de juicios te invitamos a leer este artículo).

Cuando vienen ciertas emociones solemos hacerlas a un lado o esconderlas detrás de algún mueble, el problema es que si hacemos esto las emociones se van haciendo más grandes, hasta que se convierten en monstruos, y finalmente ocupan espacio en nuestro interior. Si las guardamos en el cuerpo se vuelven voces gritonas y tensiones corporales. Por eso es mejor darles aceptación incondicional y detenernos a escuchar el mensaje que hay detrás de ellas. ¿Esa emoción te estará diciendo que necesitas aceptación? ¿Necesitas seguridad? (Todos a veces necesitamos aceptación y seguridad). ¿Qué estás necesitando?…

Principio 3: Pon atención a tu cuerpo

Poner atención al cuerpo con la intención de reducir tensiones innecesarias puede ayudar, por ejemplo a reducir los nervios: en aquellas situaciones incómodas hazte  consciente del contacto del piso que te sostiene y pregúntate si estás apretando el cuello, si estás jalando la cabeza hacia abajo, si estás poniéndote rígido, si estás acortando tu estatura, si estás deteniendo la respiración.

Poner atención al cuerpo también te puede servir para ser tú mismo…. ¿Cómo?  Pues las emociones las vives en el cuerpo, y si las escuchas te darás más cuenta de qué es lo que realmente quieres y qué no quieres, qué te gusta y qué no te gusta. De vez en cuando déjate llevar un poquito más por los impulsos de tu cuerpo, y a ver qué pasa…

Además, poner atención a tu cuerpo te puede ayudar a darte cuenta de cómo  interfieres con tu expresión espontánea: ¿Qué haces cuando no quieres sentir una emoción o no quieres que se te note? Seguramente tensas tu cuerpo. En cambio si dejas de tensar y permites que se te note más de lo que sientes, puede ser que los demás se sientan más conectados contigo (ya nos estamos adelantando al principio 5 de esta lista).

Principio 4: El juego despierta tu estado espontáneo y con chispa

Los demás disfrutan estar contigo cuando estás en ese estado, de hecho es un estado contagioso. Cada que tengas la oportunidad juega (a las sillas musicales, a la pelota, al dominó), y luego busca reproducir ese estado cuando estás frente al público o interactuando con otras personas.

Principio 5: Si muestras tu vulnerabilidad los demás se sentirán más conectados contigo

Si dejas que se te note más de lo que sientes, y si compartes más de tus errores, las personas se sentirán más conectadas contigo, aunque tú te puedas sentir más vulnerable.

Si compartes tus errores abiertamente con los demás es como si les estuvieras dando permiso a ellos de ser también imperfectos. (Y si dejas que se te note lo que sientes en estado de juego, además divertirás a los demás).

½ principio: Recuerda que tienes u

Si eres alguien que se presenta en un escenario,  recuerda que tienes un regalo que darle al púbico, y conéctate con la intención de lo que quieres comunicar o expresar. Por ejemplo, si eres esa cantante que mencionamos al principio, conéctate con lo que dice la letra de la pieza y déjate tocar por ella. Algo que

(¿Por qué 5 principios y medio en lugar de 6 principios completitos? Para llamar la atención. Funcionó, ¿no?).

P.D. Si vives en la Cd. de México y quieres reirte este fin de semana, yo Madeleine participaré en la clausura del 5o Encuentro Internacional de Clown como la asistente clown en el escenario del excelente clown Moshe Cohen (será un gran honor para mí). La clausura es el domingo pero también el sábado daremos función. Toda la información aquí.

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