Por Madeleine Sierra
En una sesión, un cliente le decía a Paul McKenna:
Cliente: “No puedo dormir, soy insomne”.
P. Mckenna: “Eso es lo que tú te estás diciendo”
Cliente: “No, no me entiende. No puedo dormir porque soy insomne”
P. McKenna: “Eso es lo que te estás diciendo”
(Mismo diálogo unas dos veces más. Pausa)
Cliente: “Clarooooo, ya entendí”
P. McKenna: “Bien, ¿ahora quisieras decirte algo diferente?”
¿Qué juicios o etiquetas tienes sobre ti mismo? Te invito a hacer este pequeño ejercicio:
¿Qué te dices a ti mismo?
Soy tímida
Soy torpe
Debería disciplinarme más
2. Completa en voz alta la frase: “Ahora me estoy diciendo que…” con cada uno de los juicios o etiquetas que escribiste, y repítelo dos o tres veces:
“Me estoy diciendo que soy tímida.
Me estoy diciendo que soy tímida.”
“Me estoy diciendo que soy torpe.
Me estoy diciendo que soy torpe.”
“Me estoy diciendo que debería disciplinarme más.
Me estoy diciendo que debería disciplinarme más.”
Si el hacer este ejercicio despierta nuevos juicios, como “Soy mala persona por tratarme así”, entonces simplemente di: “Me estoy diciendo que soy mala persona por tratarme así”… SIN JUICIOS.
Este ejercicio puede abrir espacio para que puedas comenzar a decirte algo diferente (y es uno de los pasos de un proceso más completo para transformar los juicios a ti mismo que hacemos en mis talleres).