Por Madeleine Sierra

¿Cómo entrar al escenario, cuando vas a dar una presentación o conferencia, o cuando vas a tocar o cantar?

Es frecuente que, por ejemplo, los músicos entren al escenario con prisa, como diciendo: “Perdónenme estoy tomando de su tiempo”. Pero pocas cosas hay más bellas de contemplar en la vida que un ser humano: cómo camina, cómo disfruta sus pasos, cómo ve al público (como diciendo “aquí estoy, ahí están”), cómo ve a sus compañeros (se ven, se disfrutan, están en conexión), con calma acomoda la partitura, o sus notas. Todo es bello de contemplar cuando está unido a la vida. (En cambio cuando está unido a la prisa es más bien un momento tenso que ni quien se presenta ni el público disfrutan).

Una alumna me dijo: 

—Me dijeron que entrara como pianista.

Y yo: 

—¡Ay dios! Primero dime cómo es una pianista. 

—No, pues no sé. 

—¡Pues yo tampoco! ¿Cómo tiene que ser una pianista? No tengo ni idea. ¿Cómo caminas tú? Camina como lo haces en la calle. Claro que el escenario pide una energía un poco más arriba, pero eres tú con esa energía.