Por Rodrigo Suárez Hoffman
Si hay un conflicto entre dos personas, y a través del diálogo se logra que ambos comprendan las necesidades del otro, y que ambos sepan que al otro le importan sus necesidades, naturalmente comenzarán a surgir de ambos ideas creativas para satisfacer todas las necesidades. No siempre lograrán encontrar una solución en la que todas las necesidades queden satisfechas (es imposible que todas nuestras necesidades estén satisfechas todo el tiempo), pero siempre llegarán a una solución en la que ninguno de los dos se quede resentido (con ese tipo de resentimiento que sentimos cuando percibimos que nuestras necesidades no son tomadas en cuenta).