Por Rodrigo Suárez Hoffman
Es muy común que cuando alguien nos cuenta de un conflicto que tiene con otra persona, como una forma de mostrarle nuestro apoyo emitamos juicios sobre la persona con la que tiene el conflicto, haciendo comentarios como: “No tiene derecho…” “¡Qué inmaduro de su parte!” “¡Es absurdo lo que te está pidiendo!”
¿Será esta la mejor forma de apoyar a la persona?… ¿Qué tal si mejor tratamos de conectarnos empáticamente con sus sentimientos y necesidades, tal vez haciéndole preguntas para averiguar si de verdad lo estamos comprendiendo?
Por ejemplo:
“¿Y cómo te sientes al respecto? ¿Furioso?… Entiendo que te puedas sentir así. Me imagino que tu enojo tiene que ver con que quieres que tu estado de salud sea tomado en cuenta, ¿es así?”