Por Rodrigo Suárez
“La presencia empática con otra persona es también un regalo para nosotros mismos: el regalo de ser nutridos por la confianza de otro, por atestiguar la humanidad pura y destilada en su belleza inconfundible”.
Miki Kashtan
Como ya había yo dicho en otras ocasiones, el mejor regalo que le puedes dar a una persona que siente dolor emocional es escucharla con empatía: estar presente con la persona, buscando comprender sus sentimientos y necesidades, y tal vez hacerle las preguntas necesarias para averiguar si de verdad estás comprendiendo.
Y, como dice Miki Kashtan en la anterior cita, no se trata de un regalo sólo para quien es escuchado, sino también para quien escucha con empatía. Lo he comprobado miles de veces.