Por Rodrigo Suárez
Permítete sentir la tristeza que pueda surgir, al ver la distancia que hay entre cómo te gustaría que fueran las cosas y cómo son.
Permítete sentir toda la frustración que pueda surgir, al ver la visión que guarda tu corazón y todo lo que aún falta para llegar a ella.
Permítete llorar por la distancia que hay, entre cómo te gustaría que fuera la sociedad, y la realidad en la que vivimos hoy en día.
Permítete vivir el duelo por la distancia que hay, entre cómo te gustaría actuar —tal vez en ocasiones de maneras más alineadas con tus valores— y cómo logras actuar en la realidad del mundo actual.
¿Por qué permitirte sentirlo?
(Mucho de esto lo aprendí de Miki Kashtan, gracias).