Cada vez que practiques tu instrumento en casa busca que te dé placer. Si la pieza es todavía muy difícil para ti, póntela fácil para encontrar el placer a cada momento: tócala o cántala lento, o un fragmento muy cortito, o una mano por separado y luego la otra, dándole prioridad al placer.
Así cuando llegues a interpretarla frente al público, automáticamente asociarás esa pieza con el placer, y le contagiarás tu placer al público.