Tu verdadero público es el que va a tu concierto a recibir tu música con el corazón. A tu público no le importa tanto si derrepente te desafinas o te equivocas, lo que le mueve es que digas algo con la música. Si vives el tema de la pieza con todas las células de tu cuerpo tu música tocará los corazones de tus escuchas.
En este video podrás ver cómo Madeleine le ayudó a un guitarrista a lograrlo: