Por Madeleine Sierra

Mis alumnos músicos llegan a clase, sacan su instrumento, se sientan, afinan y ya están para tocar, pero yo aprendí que el instrumento principal de los artistas escénicos es el cuerpo, por lo que la primera regla es habitar el cuerpo, y para eso se necesita salir del automático. 

Cuando estoy en automático, tengo ciertos pensamientos, que a su vez me producen ciertas emociones. Cuando logro salir de ahí y bajar al cuerpo, empiezo a abrir un espacio de disponibilidad para (continuando con el ejemplo de los músicos) escuchar la música desde otro lugar, no desde el “tengo que tocar así”, “tiene que salir así”. Ahora sí la música sale del corazón y no de la mente, lo cual se vuelve muy placentero. 

Ya sea que vayas a practicar tu instrumento musical, que vayas a ensayar con alguien más o que te vayas a presentar frente al público (cuando las circunstancias otra vez nos lo permitan 😢) o frente a la cámara, en este video (de 4 minutos) te muestro una manera de conectarte para salir del automático. (En el video me dirijo a los músicos, pero todo lo que digo es relevante para cualquiera que se presenta frente al público o frente a una cámara):