Por Rodrigo Suárez
Antes de que Madeleine y yo fuéramos novios hacíamos un intercambio: yo le daba clases de Técnica Alexander y ella asesoraba escénicamente a mi grupo Cantaflauta de música infantil (si quieres puedes ver el video del grupo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=Xu05UYvaG0Y ). Algo muy sencillo que Madeleine nos dio y que levantó mucho nuestro espectáculo fue pedirnos que mientras tocábamos intercaláramos el vernos entre nosotros y hacer contacto visual con gente del público.
No hay reglas de hacia dónde dirigir la vista en un concierto: hay músicos que ven su instrumento, generando así cierta atmósfera; otros ven a la distancia, creando un efecto distinto; pero la opción que a mí más me convence es la de ver al público y a tus compañeros, transmitiendo así un sentido de complicidad. Con esto además, como magia, la música suena mejor (lo he comprobado muchas veces y tú lo puedes comprobar también en el Taller de Presencia Escénica para Músicos).